En el siglo XIX, Antoinette Faure, hija de Félix Faure, presidente francés de la época, se dedicaba a organizar pequeñas fiestas, merendolas o similar, en las cuales sometía a un minucioso cuestionario a sus allegados asistentes, entre ellos el mismísimo Marcel Proust. Esta batería de preguntas las anotaba en un cuaderno rojo de ornamentadas tapas de cuero repujado al que se conoce como el "Album de Antoinette Faure".
Pues bien, este cuestionario ha pasado a la historia dentro del mundo periodístico y del entretenimiento, gracias a que Proust lo contestó en dos ocasiones y decidió publicarlos (por lo que se le denomina Cuestionario Proust), y gracias a que desde entonces, revistas de reconocido nombre y prestigio decidieron realizarlo a diversas celebridades de las distintas artes.
¿A qué viene todo esto? Estaba yo una mañana, pensando en qué podría escribir, cuando pensé: ¿Por qué no realizar estas preguntas a mis amigos, conocidos y gente que admiro de alguna otra forma? ¿Esas personas que el mundo no conoce, pero sin las cuales el mismo no funcionaría y mucho menos "mi" mundo? De hecho la misma Toñi Faure realizaba su cuestionario a gente que para nosotros ahora es desconocida, pero que seguramente para ella fuese muy importante, ¿no? ¿Quién le iba a decir a ella hasta dónde iba a llegar el joven Proust? ¿Quién me dice a mí que el día de mañana algunos de mis queridos y queridas no será un famoso "Proust"? Así decidí comenzar una serie de Cuestionarios Proust, dentro de mi rinconcito.
Entiendo perfectamente que las "celebridades" a las que se lo pida, piensen: Sr. Ombligo, ¿nos pides que desnudemos nuestra alma y pensamientos, ante la blogosfera y ante gente de buen criterio, saber hacer y bellísimas personas que te leen? (¡Boing, boing, boing! ¿Una pelota? ¿Estoy oyendo una pelota?). Pues sí queridos y queridas, comprendo vuestro reproche y como creo que hay que predicar con el ejemplo, seré el primero en desnudarme para vosotros y vosotras con mi primer Cuestionario...
¿Cuál es tu idea de
la felicidad perfecta?
Relajarme y no tener que pensar en nada… Caricias en el
pelo, en el brazo… Hacer lo que te gusta y que te paguen por ello… Comer algo
que te gusta y tener tiempo para disfrutarlo… No tener que mirar el reloj mientras
estás con amigos… ¡Hay tantas formas de felicidad perfecta!
¿Cuál es tu gran
miedo?
Supongo que la muerte, pero eso no hay quien lo remedie, así
que… En ocasiones he soñado que voy desnudo por la Gran Vía e intento pasar
desapercibido y que nadie lo note… Y en el sueño parece que lo consigo, pero el
mal rato que paso… Así que todos los días me visto para salir a la calle y que
este miedo no se cumpla. Y cuando voy a pasar por la Gran Vía, ¡MÁS!
¿Quién es la persona
viva a la que más admiras?
Lo primero que me viene a la cabeza es mi madre, que es una
persona (y una personajilla) como la copa de
un pino, y a quien en muchas cosas me parezco. Pero famoso y que todo el mundo
conozca… Pepa Flores, Marisol. Con todo lo que era y lo que suponía, se retira
y se dedica a tener vida privada. Digno de admirar. Quizá no sea a la que “más”
admiro, pero siempre me ha llamado mucho la atención este detalle de ella.
¿Cuál es el rasgo que
más te desagrada de ti mismo?
Mi lengua viperina cuando me enfado… Suelo apuntar a dar… Y
suelo atinar… No es que me desagrade, pero me hace sentir mal después.
¿Cuál es el rasgo que
más te desagrada de los demás?
Que huelan mal. Si hay alguien que huele mal… ¡Puff!
¿Cuál es tu mayor
extravagancia?
Odio la Thermomix, las máquinas Nespresso y los led detrás
de las pantallas, televisores o monitores. Por si esto no se considera extravagancia… Me encantan los
broches, pins y chapas, si puedo siempre me pongo uno.
¿Cuál es tu viaje
favorito?
Es difícil elegir uno, pero recuerdo y recordaré con mucho
cariño, una escapada en Septiembre a Granada, con mi amiga Marta… Los dos
sentados junto a la catedral, por lo menos dos horas, viendo cómo las gitanas
les leían el futuro a los extranjeros (¡Niña,
corre! ¡Que este m’a dao veinte’uros!)
¿Cuál consideras que
es la virtud más sobrevalorada?
La fama. Ya nadie quiere ser “Intrahistoria”, con lo que le costó a Unamuno sacar este término a
la luz…
¿En qué ocasiones
recurres a la mentira?
Si creo que lo que voy decir puede hacer daño, recurro al
disimulo o al adorno verbal. No es mentir, pero tampoco es decir la verdad.
Pero a mentir como tal, no.
¿Qué es lo que menos
te gusta de tu aspecto?
Nada, me quiero y me cuido mucho, en cuanto a aspecto. Claro
que hay días que los espejos se rompen en cuanto ven que llego, pero es cosa de
los espejos, no mía, y mucho menos de mi aspecto.
¿Qué persona viva te
inspira más desprecio?
Muchos: Esperanza Aguirre, Ana Botella, George Bush, Satán… este
tipo de gente.
¿De qué palabras o
frases abusas?
“¿En serio?”
¿Qué o quién es el
gran amor de tu vida?
Madonna, que como no la conozco en vivo y es sólo una idea,
ella va a seguir haciendo espectáculo y a mí me va a seguir gustando. A veces
más a veces menos, pero como en toda relación, ¿no?
No obstante, El Hambre está siendo todo un gran amor…
¿Cuándo y dónde
fuiste más feliz?
La época en la que trabajaba en una granja-escuela. El
ambiente entre los compañeros, la granja, verme siendo capaz de sacar lo que me
pedían adelante... Creo que de pequeño, también fui muy feliz.
¿Qué talento te gustaría
tener?
El Hambre me dio un superpoder que me encantó: manejar la
luz de tal manera que pudiera crear ilusiones ópticas (él no lo dijo así porque seguro que empleó un lenguaje más técnico,
pero es con lo que yo me he quedado… ¡Y me gusta!)
Si pudieras cambiar
una única cosa de ti, ¿qué elegirías?
El color de los ojos, de siempre me hubiese gustado tenerlos
claros. No se, es un capricho.
¿Cuál consideras que
es tu gran logro?
Levantarme entre semana a mi hora. Me cuesta, pero lo hago.
¡Cada día!
Si pudieras elegir en
qué reencarnarte, ¿qué sería?
En un ser de otro planeta. Así pruebo otra forma de vida,
¿no? Y con un poco de suerte, conozco al Doctor.
¿Cuál es tu bien más
preciado?
Yo mismo.
¿Cuál es para ti la
máxima expresión de la miseria?
Hacer las cosas mal a propósito. Saber que lo que haces está
mal, que no te importe y seguir haciéndolo. ¡Miserables!
¿Dónde te gustaría
vivir?
En el castillo de la Bella Durmiente de Disneyland Resort París. ¡Por pedir que no quede! ¿Habéis visto las vidrieras? ¿Y el dragón de la
caverna? Es para vivir allí, de verdad.
¿Cuál es tu
pasatiempo favorito?
Leer, escribir o imaginar historias mientras escucho música.
¿Cuál es la cualidad
que más te gusta de un hombre?
Que le guste yo, que entienda y comparta mi humor y que me
soporte.
¿Cuál es la cualidad
que más te gusta de una mujer?
Que sea clara, que se la vea venir, y que entienda y
comparta mi humor.
¿Quiénes son tus
escritores favoritos?
No tengo uno concreto al que seguir, soy más de géneros que de
escritores. De chavalín me dio por Anne Rice, luego una temporada por Michael Cunningham, Eduardo Mendicutti me hizo gracia durante un tiempo… Pero no soy
fanático de uno.
La verdad que yo soy más de villanos y villanas, me encantan
Úrsula, Maléfica, la Reina Mala, Marisa Coulter… Pero debo reconocer que Tormenta de siempre me
llamó mucho la atención, con su control sobre los fenómenos atmosféricos, ese
traje negro ajustado, ese tocado, el pelo blanco, su nombre (Ororo)…
¿Cuáles son tus
nombres favoritos?
Eneko, Endora, Úrsula… Todos muy normalitos y ponibles…
¿Qué es lo que más
detestas?
El que habla por no callar, no sabe lo que dice y te quiere
hacer creer que su palabra es Ley, sin tener en cuenta tus ideas. ¡Uff, que rabia me da!
¿Cómo te gusta dormir?
En la cama, agarrado a la almohada.
¿Cuál es tu lema?
Suena un poco ñoño, pero desde hace tiempo lo pienso: La gente buena, tiene buena suerte.