Esta semana estoy un poco pachucho, así que no tengo muy buenas ideas que contar, por lo que he decidido tirar de una lista, la de los personajes de series que más me han llamado la atención a lo largo de mis treinta primaveras.
En primer lugar es un grupo. Sí, ya se que son distintos personajes de diversas series, pero son todas de dibujos y de mi infancia, y es difícil separarlos, así como diferenciar los recuerdos y sentimientos que me aporta cada uno. Lo qué sí se es que son series que emitían los sábados y domingos después de comer, cuando en la programación televisiva aún tenían en cuanta a los orquitos, y pensaban que en un futuro debían dejar de ser pequeñas bestias, para ser personas de bien. Estos son Ulysses, Dartacan y David, el Gnomo.
Ulysses era el padre protector y responsable, que pasaba por mil aventuras junto a sus hijo... Y la verdad que yo no puedo quejarme porque mi padre siempre ha sido, y sigue siendo, un encanto de padre. Quizá me gustaba ver lo que podría pasar si mi padre y yo fuésemos dibujos animados.
De Dartacan recuerdo lo mucho que me gustaba verlo, y que lo veía en casa de mis abuelos, después de comer cocido de la abuela. ¿Cómo no te puede marcar una serie, que se ve en este marco? Sin embargo, creo que aún era demasiado pequeño para enterarme bien de la trama, porque en sí, no recuerdo mucho de lo que veía.
Y por último David, el Gnomo que hacía cosas divertidísimas, se salía siempre con la suya, iba montado en un zorro, siempre estaba contento... Pero fue él el que me enseñó algo que no se si un niño está preparado para aprender. Cuando él y Lisa, llegan al final de sus días y se convierten en árboles, dejan a su fiel compañero Swift, el Zorro, llorando la pérdida. Y en ese momento caí en la cuenta de que un día, mis padres se morirían, y no sólo eso, sino de que... ¡Yo un día me moriría! ¿Estaba pensado para eso? No lo se, pero si era así, queridos creadores de David, el Gnomo, ¡lo conseguisteis! Un niño traumado durante varios días.
Después estaría He-Man. Efectivamente es también un dibujo animado, y más o menos de la misma época, pero con la particularidad de que fueron los primeros muñecos que recuerdo. Tenía toda la colección, Skeletor, Teela, Orco, Evelin... todos. Así que con ellos podía ver la serie y recrear los episodios en mi cuarto, o inventar episodios nuevos. Además, tenía uno de los personajes más mariquitas que se hayan podido crear en la historia de las series infantiles: su tigre y fiel amigo Cringer. Ocurrente, divertido, con mucha pluma e intentando huir de las situaciones comprometidas... Vamos, Boris Izaguirre.
En tercer lugar está Ángela Channing. ¡Qué carisma, qué porte, qué maldad! ¡Cómo controlaba a todo el mundo! Por aquel entonces yo no entendía lo que pasaba pero la música, la imagen mantenida, la tensión se podía palpar. Hasta quien no entendía bien de lo que se estaba hablando sabía que aquella mujer era la que mandaba, la que cortaba el bacalao, o mejor dicho, la que podaba las vides. Aún, cuando se habla de ella, la recuerdo de brazos cruzados, a medio bajar la escalera (en posición superior a todos) y su cara de "Me has vuelto a decepcionar, y esta vez no voy a perdonarte".
Después de Ángela hubo otros, como J. R. Ewing, pero no era lo mismo, el glamour que tenía aquella señora no tenía nada que ver con lo chabacano y paleto del malvado magnate del petróleo. Hasta que llegó Ridge Forrester. Mi madre y su compañera de trabajo, a la hora de la comida veían Belleza y Poder, una serie noventera llena de trajes con colores imposibles, lujo, engaños... Todo un culebrón al estilo norteamericano, digno sucesor de Dinastía. En esta ocasión ya empezaba a hilar cabos, y no iba a ser en la vieja pelleja en la que me fijaría... Era en el malo buenorro, con sus facciones marcadísimas, su pecho que se bañaba en piscinas impolutas y que invitaba a cenar a lugares lujosísimos (que para los noventa eran sitios que brillaban mucho). Tenía un hermano rubio, pero nada que ver con "Rich".
En la adolescencia - juventud, justo antes de llegar a la Universidad, yo empecé a adelgazar bastante, me teñí el pelo de rubio y comencé mi vida de estudiante universitario con borrón y cuenta nueva. Fue entonces cuando empecé a ver Friends, y cuando conocía a Mónica Geller. Durante mucho tiempo esta serie me encantó, no me perdía ni un episodio, hasta programaba el video para grabarlos y verlos a la hora de comer. Y por supuesto, me encantaba Mónica, las coñas con la limpieza, su pasado de yonki de la comida, su cambio en Nueva York... y no pude llorar más cuando le pide a Chandler que se casen. Espero no estar haciendo ningún spoiler, porque esta serie ya la hemos visto un millón de veces todos, ¿no?
Después llegó Bree van de Camp. En realidad es una versión joven y actualizada de Ángela Channing, salvo que, los guionistas decidieron mostrarnos el por qué hacía las cosas Bree, consiguiendo que empatizaras con ella, dejando al margen muchas de sus ideas. Además, este personaje es un super icono, con ese pelo, esa pose, esa ropa... Estupenda. Toda una imagen exportable y transferible, un producto perfecto que nadie puede rechazar. ¿Por qué no llevar a Bree en una camiseta o una chapa, con lo bien que queda? Totalmente prendado de este personajazo.
Cuando empecé a vivir solo, totalmente independizado, me empezó a gustar Sexo en Nueva York. Lo veía en cualquier momento. Cuando no había nada en la tele, a la hora de comer, con mi hermana... Y después con el Sr. Rilova, empezamos a verlos todos desde el principio y de seguido, viendo cómo cambiaba la serie, los personajes, las bromas... Y tras verlos todos, me quedo con Miranda Hobbes. Sin duda es el cerebro de Carrie (ya que ésta sólo tiene una neurona), y es la que tiene unas anécdotas y situaciones más cercanas a la vida cotidiana (si es que alguna las tiene). Además, y sin lugar a dudas, creo que es la que se queda con el mejor chico de todos. Por si acaso alguien no lo sabe, no lo diré, pero tenéis que verlo.
Siguiendo con el repaso, le llega el turno a Juliet Burke, la rubia inteligente y no tan malvada, de Perdidos. Desde el momento en que la vi al inicio de la tercera temporada, cantando Downtown frente al espejo, supe que me iba a gustar. Fui descubriendo al personaje, la acompañé, me enamoré y lloré con ella lo que no está en los escritos. A pesar de lo malo, pésimo o fatídico que pueda ser el final de esta serie, creo que a este personaje en concreto, le dan un gran final, digno de una heroína épica, gran sufridora, perfecta compañera y divertida e inteligente amiga.
Por recomendación de un compañero del trabajo empecé a ver Big Bang Theory. Me encanta, me río mucho, pero tengo que verla en castellano, porque si no me parece imposible de seguir. Y desde que la empecé a ver había algo en Sheldom Cooper que me gustaba, sin llegar a saber qué era. Hasta que un día, comentándolo con mi hermana, me suelta: "Hombre, pues porque se parece a Javier (Rilova)!". Desde ese día, le tengo más cariño a la serie y miro con otros ojos al Profesor Cooper... A pesar de que mi hermana no tiene siempre razón, en este caso, no se la voy a negar. De hecho, ella comenta entre sus amigos que su cuñado se asemeja a Sheldom, y creo que eso le da caché.
Y por último, quien me tiene loco y a quien no puedo dejar de ver ni una noche (que no se que voy a hacer cuando se me acabe esta última temporada), es el Doctor Who. Ya le he dedicado un post a él solo así que no tengo mucho más que decir, salvo que estoy encantado de haber conocido a este personaje, que nos hace volar por aventuras divertidísimas, con expresiones divertidísimas, y que, de nuevo gracias a Beqad, ahora estoy un poco más cerca de él, pues me ha regalado... Un maravilloso Sonic Screwdriver, con luces y ruidito.
¿Alguno tenéis personajes de serie preferido? Si os apetece compartirlo, comentar es gratis, y aunque lo hagais por la noche, no mata (no como el pérfido melón), así que... ¿Os animáis alguno a comentar vuestros personajes de serie preferidos?
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